Una de las acciones importantes del otoño es que podemos hacer actos de constricción. ¡Sí, tal cual lo lees! De ese modo podemos sincerarnos con nosotros mismos, practicar la sencillez, hacer acción social y muchas cosas más.
Porque el decidirse a guardar la ropa de verano y sacar la de media estación es la gran oportunidad de hacer un acto personal de cuán acumuladores podemos ser con ropa que no usamos.
Muchas veces no nos fijamos que hay ropa que guardamos en nuestro vestidor que en realidad pasó de moda, nunca nos gustó o que ya no nos queda o no sentó bien.
Por lo tanto lo mejor que uno puede hacer es ir sacando la ropa del closet e ir viendo a conciencia que es lo que uno uso y lo que estuvo de adorno todo el verano.
Con lo viejo tienes dos alternativas: si está en buen estado no puedes donar; si está a muy mal traer ... recicla el material en estropajo para limpiar.
La ropa que está en buen estado y que no te la pones porque no te gustaba o pasó de moda también puedes donarla o regalarla, aunque siempre está la entretenida opción de juntarte con tus amigos o amigas y hacer un intercambio de prendas.
Quizás con lo de la temporada que está terminando es más complicado y vas a tener que guardar las prendas hasta el próximo año. Es por eso que esos intercambios de ropa con los amigos se deben hacer al comienzo de la temporada. Por lo cual pasamos al último punto de esta nota.
Con la ropa de la temporada que viene, es bueno que uno se la pruebe toda. Porque así uno ve cómo le queda cada prenda y si realmente te dan ganas de usarla esta temporada. Además todos suben o bajan de peso durante el verano. Así sabrás qué cosas necesitan un ajuste, por si vale la pena hacerlo, o guardarlo para el intercambio tus amigos.
Con tus amigos, en el intercambio de prendas, podrás tener la misma cantidad de prendas de las cuales deseas deshacerte pero con otras que te gustaron. Es muy importante no olvides probártelas. Así sabrás si hay que hacerle algún ajuste.
Como ves y te decía en el comienzo, el ordenar tu closet a conciencia puede ser casi un acto espiritual: haces autocrítica de ti mismo, reciclas y ahorras, puedes donar a quienes más lo necesitan y y con el intercambio fomentas el no consumismo desmedido. Y finalmente tendrás un ropero con ropa que vas a utilizar realmente y de todo tu gusto.
lunes, marzo 23, 2015
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